de Joseph R. Cunningham, M.D.

La pulmonía es una de las causas más comunes de hospitalización en Estados Unidos. Entre la temporada de resfriados y gripe y la pandemia de COVID-19, muchos estadounidenses tienen un riesgo mayor de desarrollar pulmonía este invierno. Afortunadamente, puede respirar más tranquilo sabiendo que puede seguir ciertos pasos que lo ayudarán a sentirse más seguro.

La pulmonía es una infección a menudo causada por bacterias, virus u hongos, que produce inflamación en los pulmones y dificulta la respiración. En EE. UU., los causantes más comunes de la pulmonía son las infecciones virales como la gripe, el virus sincitial respiratorio (RSV, en inglés) y la COVID-19, como así también la bacteria denominada estreptococo. Cualquier persona puede contraer pulmonía, pero los grupos más susceptibles son los niños, los adultos mayores, los fumadores y las personas con el sistema inmunológico débil y enfermedad pulmonar crónica.

Los síntomas incluyen dolor de pecho, una tos que produce flema y la falta de aire. Es importante consultar inmediatamente a su médico de cabecera si tiene síntomas severos, especialmente si tiene problemas para respirar, una fiebre persistente o si tose flema con color. La pulmonía generalmente se diagnostica con una radiografía del pecho y se puede tratar en casa con medicamentos como los antibióticos. En los casos graves puede ser fatal porque le añade estrés al corazón y aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral, incluso una vez que el paciente se ha recuperado. Es posible que las personas con los casos más graves deban ser hospitalizadas.

Su mejor defensa contra la pulmonía es la prevención. Practique una buena higiene lavándose las manos a menudo, desinfectando frecuentemente las superficies que toca y evitando a las personas que están enfermas. Una de las mejores decisiones que puede tomar por su salud general es dejar de fumar, ya que el consumo de tabaco daña el tejido pulmonar saludable.

Las vacunas para los virus que generalmente causan pulmonía, están ampliamente disponibles e incluyen la COVID-19, la gripe, la tos ferina y el sarampión. También existe una vacuna disponible contra la pulmonía que proporciona protección adicional a las personas con mayor riesgo. Como se recomienda siempre, consulte a su médico de cabecera para saber si la vacuna contra la pulmonía es adecuada para usted.

Joseph R. Cunningham, M.D. es presidente de Blue Cross and Blue Shield of Oklahoma, una división de Health Care Service Corporation, a Mutual Legal Reserve Company.

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