El asma de tu hijo: claves de seguridad

El asma de tu hijo: claves de seguridad
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El asma en los niños requiere supervisión diaria, pero no tiene que mantener a su hijo al margen.

Además, tener asma no significa que su hijo no pueda vivir una vida plena. Con la medicación correcta y una administración adecuada, los niños con asma pueden hacer casi todo lo que quieran. Estos pasos clave ayudarán a que tu hijo y tú comprendan el asma y cómo controlarla.

1. Habla con tu prestador de servicios médicos. 

El asma en niños no se puede confirmar a través de análisis de sangre. Si crees que tu hijo podría tener asma, habla con el médico de tu hijo. Él o ella te preguntará acerca de los antecedentes familiares, cuántos resfriados e infecciones respiratorias ha tenido el niño, episodios de sibilancias/tos y síntomas de alergias. El médico puede realizarle la prueba de función pulmonar o referir al niño a un alergólogo para una evaluación adicional.

2. Comprende el plan de tratamiento del niño.

Es posible que su hijo necesite algunos medicamentos todos los días y otros medicamentos solo cuando surjan los síntomas. Pídale al médico de su hijo que le explique qué medicamento se usa cuándo y cómo usar correctamente un inhalador o nebulizador. Llama a la línea directa Lung HelpLine de la American Lung Association (asociación estadounidense del pulmón) al 1-800-586-4872 leaving site icon para hablar con un profesional médico sobre las preguntas que tengas sobre el asma. La línea directa también te puede recomendar con un grupo local para educarte sobre el asma.

3. Prepara un plan para combatir el asma.

Un plan para combatir el asma es un cuadro detallado pero fácil de seguir que explica qué medicamento usar y cuándo llamar al médico. Asegúrate de que todos los que cuidan a su hijo (niñeras, parientes, encargados de cuidado infantil, maestros y enfermeros de la escuela) tengan una copia del plan y entiendan cómo usarlo.

4. Debes saber los síntomas de una emergencia de asma. Llama al 9-1-1 inmediatamente si tiene cualquiera de los síntomas severos indicados por tu médico, que podrían incluir:

  • dificultad para respirar;
  • no poder hablar o llorar debido a la dificultad para respirar;
  • perder el conocimiento;
  • uñas o labios azulados o grisáceos;
  • síntomas que aparecieron repentinamente después de tomar medicamentos, comer o una picadura de abeja.

5. Haz que tu hogar sea seguro para el asma.

Si fumas, deja de fumar en la casa. O mejor aún, deja de fumar por completo. Ayuda a tu hijo a evitar los desencadenantes del asma al eliminar tantos alérgenos de tu hogar como sea posible. Evita las alfombras de pared a pared y saca los peluches de la habitación donde duerme tu hijo. Usa protectores para colchones y fundas para almohadas para limitar la exposición a los ácaros del polvo. Mantén las ventanas cerradas y usa el aire acondicionado en días con mucho polen. Más información en Medlineplus.gov. leaving site icon      

6. Ayuda a que la escuela de tu hijo esté preparada para atender casos de asma.

Puedes ayudar a tu hijo a controlar el asma en el hogar, ¿y mientras está en la escuela? Usa esta lista del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre para determinar qué tan preparada está la escuela de su hijo con relación al asma. leaving site icon

7. Ayuda a tu hijo a entender el asma.

A medida que tu hijo crezca, asumirá más responsabilidad sobre su asma. Ayuda a tu hijo a entender los factores desencadenantes, los síntomas y la importancia de la medicina a través de sitios web aptos para niños, como el de la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI). leaving site icon

¿Tu hijo tiene asma? Cuéntanos cómo lo están gestionando en los comentarios a continuación.

Fuentes: Lung HelpLine y Tobacco QuitLine, leaving site icon de l American Lung Association (asociación estadounidense del pulmón); Evite los desencadenantes del asma, leaving site icon MedinlinePlus;  Afecciones y Tratamientos - Conditions and Treatments, leaving site icon Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI);   Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre leaving site icon

Originalmente publicado: 16 de agosto 2018